El 11 de diciembre vivimos una experiencia musical de lo más original y divertida. Se trataba de escuchar música sintiendo las vibraciones con la ayuda de pelotas hinchables, panderetas, y con nuestras manos que tocaban los instrumentos, en este caso las tubas.
Nos encantó la potencia con que sonaban las tubas, y sobre todo nos emocionó sentir la música no sólo con nuestros oídos, sino también con nuestro tacto. Una experiencia inolvidable que nos encantaría volver a repetir.